sábado, 10 de abril de 2021

Schrödinger es un hijo de puta

 Hola mundo.


¿Por qué afirmo esto de ese señor? 


Veréis, yo no soy muy de jugar a los juegos de azar, pero alguna que otra vez sí que compro algún décimo de lotería o un cupón de la once, y es aquí donde interviene el interfecto.


Cada vez que compro algún boleto para un sorteo lo guardo a la espera de que se celebre el mismo, y posterior a este, cuando aún no he visto el resultado, entiendo que el cupón puede estar premiado o no premiado, igual que el puto gato puede estar vivo o muerto. 


Pues la cuestión es que en ese momento, tan prorrogable como lo que tarde en comprobar el número premiado, tengo la ilusión de imaginar todas las cosas que voy a hacer como resulte que el minino está vivo. 


Pienso en mis viajes, mis lujosos coches, hago la distribución de mi nueva mansión... 


En fin, todas estas cosas que los imbéciles dicen que no dan la felicidad.


Pues nada, llega el momento de sacar el gato de la caja y...


Ni una vez sale vivo el cabrón.


 Estoy hasta los cojones de sacar gato tras gato muerto y enterrarlos a todos en el jardín junto con mis sueños.


Resumiendo: El tal Schrödinger es un hijo de puta que enunció una mierda de teoría que no se sostiene ni con los palos del sombrajo.


MUNDOOOO, SED FELICES. YO LO SOY, Y LO SEGUIRÉ SIENDOOOO

miércoles, 2 de diciembre de 2015

¡Descárgate la app!

Descárgate la app... 
Está de moda. Acabo de ver un anuncio de cepillos de dientes eléctricos que ¡tienen bluetooth!. 
Leñe, lo siguiente que decía el tío era que te descargases la app. ¡Una app para controlar el cepillado! ¡Manda huevos la cosa! 
Ahora parece que cualquier aspecto de nuestra vida ha de estar dirigido por una app; desde el control del podómetro de correr hasta el sensor del pulso cardíaco del reloj, pasando por el detector de porcentaje de grasa de la báscula del baño. 
Descárgate la app que así te sentirás mejor. 
Pues puestos a hacer app, yo doy una idea... 
¡Señores de Roca, ya están tardando! 
Un retrete con bluetooth. ¡Imagínate! 
Cada vez que te sientes en el tigre analiza tus deposiciones; mide texturas, cantidades, colores, olores y, ya puestos, sabores. 
Te descargas la app y ahí podrás medir las veces que haces; cuanto haces. ¿Porqué no? También la composición, para darte consejos sobre tu alimentación.
Imagínate el anuncio...  ¡Roca retretes, para saber qué sale de todo lo que metes! ¡DESCÁGATE la app! 
Descárgate... Quería decir "descárgate". ¡En qué estaría yo pensando! 

Mundoooo, sed felices.  Yo lo soy, y lo seguiré siendooooo

sábado, 27 de junio de 2015

Falta una

Hola mundo.

Esta mañana he buscado en la RAE el significado de la palabra pitón y aparecen varias acepciones que podéis ver aquí:


Pues bien, falta una y es esta:

Pitón / pitona:

Dícese del padre o madre que, a la puerta del colegio de sus hijos o en los alrededores, cuando paso yo, toca el pito del coche compulsivamente, a la par que agita brazos sin parar, mientras mira en mi dirección y me hace creer que nos conocemos, momento en que me dirijo al/la semoviente con cara tonto y preguntándome quien cojona es y de qué recojona lo/la conozco para descubrir, cuando estoy ya casi al lado, que su mirada perdida se dirige hacia otro/a gilipollos/llas (esto último es por cuestión de salvar la paridad que tanto gusta a los rojiprogres, por absurdo que sea) al que presuntamente conoce. 
En ese momento uno mira al rededor intentando adivinar cuantos se están riendo a tu costa, te acuerdas de toda la familia cercana del pitón e, intentando poner cara de poker, te alejas lo más rápido que la dignidad te permite mientras tu cara cambia de colorado a púrpura. 

Mismamente me pasó el día que fui a recoger las notas de mi hija. 
Cagüenlospitones de la leche. 

MUNDO, SED FELICES. YO LO SOY, Y LO SEGUIRÉ SIENDOOOOOOOO

viernes, 22 de mayo de 2015

Loncheado

Hola mundo.

Hace unos días me cortaron en lonchas. No literalmente, pero sí así, en plan virtual. 

¡Me hicieron una resonancia magnética del coco!

Sabía yo que tenía un tornillo perdido y que debía estar por algún sitio, así que como mi médico no lo encontraba me mandó al neurólogo y este me mandó lonchear a ver si aparecía el puñetero tornillo (creo que no lo han encontrado, porque me tuvieron más de media hora allí dale que te pego)

Bueno, mi experiencia de loncheado empieza en un cuarto de 1x1, frío como los ojos del demonio y en el que una señorita me dijo que me despelotase y me pusiese un babero gigantesco, de esos de hospital, en que tu culo y tu dignidad quedan al aire. 

Tras baberearme me quedé allí, medio en pelotas, sentado en una silla y leyendo (como uno es previsor y sabe como va esto de la seguridad social tuve la precaución de llevarme el libro electrónico) hasta que tuvieron a bien llamarme.

Andando con mi culis al freski, llegamos a una habitación con una camilla y un donut metálico gigantesco. Me dijo la nena que me tumbase, me metió en esa especie de lavadora sin tapa y me puso unos cascos en la cabeza. 

Al verlo le dije - Por favor, si puedo elegir y es por relajar me pones "As fadas de estraño nome" de Milladoiro o, si no lo tienes (puedo entender que Milladoiro no es para mayorías), algo de chelo de Bach -

¡Una mierda!, no sé para qué cojona eran los cascos, pero como si me hubiese puesto unos algodones, de allí no salió el más mínimo sonido todo el rato.

De donde sí salió ruido fue de la lavadora sin tapa. Aquello se puso a hacer una serie de ruidos, algunos fuertes y otros fortísimos, que paso a describir:

Primero hacía un chas, chas, chas, chas.
Luego hacía un IIIIUUUUUIIIIIUUUUIIIIUUUU.
También recuerdo un tris tras, tris tras, tris tras...
Por último hizo un chichi chichi chichi (este fue el único sonido que me ilusionó un poco)

Después de varias repeticiones desordenadas de los sonidos descritos, aburrido, me quedé durmiendo... Lo juro, aquello hacía un ruido de mil demonios, pero a mi me pilló el sueño tonto y me quedé sopa.

De pronto aparece la señorita a mi lado (¡Peazo susto me dio ahora que estaba yo durmiendo!) y me dice que habíamos terminado... 

Le dije que si me dejaba un ratito más, que estaba ya terminando yo también mi siettita pero me faltaba un pelín, pero no, inflexible me dijo que es que necesitaban el sitio para seguir haciendo pruebas a más gente, así que ahí nos levantamos de nuevo mi desnudo culo y yo y, aireando el babero, me volví a mi suitte 1x1 a descambiarme otra vez y volverme persona de nuevo.

Bueno, pues unos días después fui al neurólogo y me dijo que "na", que no encontraba el tornillo y que tampoco veía nada raro en el loncheado, así que, lo siento por vosotros, mundo, pero me tenéis que aguantar un tiempito más.

P.D.- Como venganza les robé el babero y me lo llevé a casa en vez de dejarlo en la papelera como me dijeron. Siiii, ya sé que es una venganza muy triste, pero a mi me vale.


MUNDO, SED FELICES. YO LO SOY, Y LO SEGUIRÉ SIENDOOOOOOOOO